La madera natural de nuestros muebles tiene poros, por lo que puede absorber líquidos como café, tinta o salsas. Y una vez entran en la madera, es difícil eliminarlas.
Pero hay dos trucos fácil para evitarlo. El primero, y más obvio, es proteger la superficie con salvamanteles, posavasos o alfombrillas.
El segundo consejo es aplicar un protector, según el nivel de protección que quieras. Puede aplicar un sellador al agua para tapar de forma ligera la superficie, o productos más densos e impermeables como tapaporos, barniz o laca transparente.
Sea como sea, puedes proteger tus muebles de madera para que te duren mucho tiempo.