¿Qué necesitas? Un trapo limpio, una lija suave, una pequeña brocha, un rodillo para madera y una cubeta.
Pasos
- Lija suavemente las piezas y retira el polvo con un trapo seco.
- Empieza a barnizar las esquinas y los huecos con la brocha pequeña, esparciendo bien el barniz para evitar chorros.
- Después coge el rodillo para madera, carga con un poco de barniz, quitando el exceso en la cubeta y aplícalo sobre las zonas más grandes.
- Si queda algún pegote puedes retirarlo con la brocha.
- Deja secar unas horas, el tiempo dependerá del tipo de barniz, la humedad y la temperatura ambiente, sabrás que está seco cuando puedas pasar los dedos sin problema.
- Por último, lija suavemente la superficie para dejarla pulida y aplica una segunda capa de barniz siguiendo los mismos pasos.