Para limpiar la madera, puedes usar un paño ligeramente húmedo con agua tibia. Evita usar cantidades excesivas de agua, ya que la humedad prolongada puede dañar la madera. Seca inmediatamente cualquier exceso de humedad con un paño seco. No utilices limpiadores abrasivos, productos químicos fuertes, ni estropajos ásperos en la madera, ya que pueden dañar el acabado y el color. Opta por limpiadores suaves y no abrasivos. Limpia también las manchas y derrames líquidos de inmediato para evitar que penetren en el poro de la madera. Para hacerlo, puedes utilizar un paño ligeramente húmedo o un paño con un poco de jabón suave si es necesario. Y seca bien la zona después de limpiarla.