La madera natural, especialmente cuando proviene de fuentes sostenibles, puede tener un precio más alto debido a las prácticas responsables de gestión forestal. Los productos de madera certificada suelen ser más caros debido a los esfuerzos para garantizar la sostenibilidad y protección del medio ambiente. Además, fabricar muebles de madera natural implica un proceso más detallado y cuidadoso. La selección de madera de alta calidad, el secado adecuado, el acabado y otros procesos pueden requerir más tiempo y esfuerzo, lo que se traduce en un costo más elevado.