Las verdades absolutas no existen. Las diversas ramas de pensamiento acostumbran a descolgarse en direcciones a menudo opuestas. Hay quien dice, por ejemplo, que una inteligencia superior sobre el resto de animales es lo que ha llevado al ser humano a dirigir el mundo y la historia. Otras mentes, igual de lúcidas pero de espíritu más práctico, afirman que la inteligencia se quedaría en nada si no fuera por esa maravilla del diseño biológico que es el pulgar.
Sin meternos a científicos, pero haciendo uso de ese sentido común que nos caracteriza, que sustenta, de hecho, la filosofía de muebles de calidad a precios baratos de Muebles LUFE, nosotros pensamos que el progreso se basa en gran medida en la creatividad. Ser capaces de ver más allá de lo aparente, abrir caminos nuevos, saltar las vallas de lo establecido y atreverse a probar cosas nuevas es lo que ha permitido a la especie humana lograr la sensación de dominio del planeta (que sepamos gestionar ese dominio es otro debate, quedémonos hoy con que también somos capaces de lo mejor, ¿no?).
No es que queramos sacar pecho por la inclusión de nuestro gerente Enrique Arrillaga en la lista Forbes de las cien mentes más creativas (bueno, un poco sí), pero quédate con lo importante. Los muebles para un solo uso no existen. Por ejemplo, ¿te atreverías a asegurar para qué sirve una estantería? Exacto. Para todo. La creatividad sirve incluso para fomentar la creatividad para pasárselo bien. Inspírate con el nuevo artículo y el gusto exquisito de nuestra amiga Cristina Acedo.
¡A jugar!
Uno de mis pensadores preferidos del siglo XXI, Francesco Tonucci (también psicopedagogo y dibujante), afirma: “Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”. De aquí la importancia del juego en esta primera etapa de vida (de 0 a 6 años) y el permitirles explorar en libertad. Qué pena que nos olvidemos de jugar y nos volvamos unos aburridos a medida que crecemos, y que cambiemos toda esa diversión y aprendizaje por responsabilidades y compromisos…
En fin, pienso que elegir los juguetes y los espacios de juego, por tanto, pasa a ser una tarea importante. La naturaleza es, sin duda, uno de nuestros sitios preferidos para descubrir el mundo, inventar historias y jugar; pero también en casa hemos querido crear espacios de juego y diversión donde los peques se sientan cómodos y puedan ser lo más autónomos posibles: sin que dependan de nuestra ayuda que, muchas veces, resulta innecesaria y un obstáculo en su desarrollo.
Hace poco hemos reestructurado la Playroom y la estantería asimétrica de 3 baldas de Muebles LUFE ha sido la clave. Nos gustó porque es de madera maciza, ecológica, en un acabado natural, proveniente de bosques locales gestionados sosteniblemente y su altura de 74 cm es perfecta para que Pere y Valentina alcancen a todos los niveles y, además, nos sirve para exponer los juguetes. Al tener una pequeña pared que divide las baldas, es fácil aprovechar los espacios mejor y separar los juguetes por tipología, por ejemplo.
Antes había algunos juguetes que, al no estar expuestos, sino guardados en cajas o sacos, o al no encontrarse a su nivel visual, pasaban desapercibidos. Aunque somos partidarios de tener muy pocos juguetes, aún así, ahora, queremos hacer rotación de algunos de ellos e ir exponiéndolos en la estantería.
Ellos están encantados con esta nueva idea y han redescubierto juguetes que tenían olvidados. Es una opción económica para organizar los espacios de los peques y hacer del juego una actividad más consciente.
CRISTINA ACEDO